23 marzo 2015

24 de marzo Día de la memoria, la verdad y la justicia

24 de marzo Día de la memoria, la verdad y la justicia

"Saber es recordar" -Aristóteles-
Alma poeta
Tambaleo,
la estatua empieza a entender.
Erige la imaginación,
cual un mural abro las alas,
en la búsqueda de mi yo.
Y vuelo, a mi encuentro,
de ese tiempo virginal,
no dejaré que me atrape,
ni esta noche, ni mañana.
Volaré alto, alto, más alto,
no caeré de nuevo a sus piés.
Fluye mi sangre,
entre la oscuridad de mi luz,
entre la realidad de mi vida,
entre sombras de mi pasado.
Tambaleo,
pero me compongo, entre versos,
entre luchas del más fuerte,
es la sabiduría de la vida,
quién da sosiego, calma, paz.
Es su inspiración,
mi identidad,
es su lucha,
mi lucha en versos hoy.
Memoria,
el recuerdo de la gota
y la copa de silencio.
Silencio,
en tu memoria.
Beatriz Valerio
24 de marzo es el Día de la Memoria que fue el último golpe militar de América latina en 1976 y que desaparecieron 108 poetas.
No dejemos de recordar aquellos que le fuera robada su vida y que lucharon por el VALOR de la DEMOCRACIA.

Ignacio Jesús Luna Sánchez
Ignacio estaba estudiando hemoterapia en el Hospital Posadas Estaba casado. Militaba en el movimiento peronista.
Fue visto por ultima vez el 25 de julio de 1976 después de visitar a una familia amiga cerca del nosocomio.
Anteriormente había estado detenido en Trelew, fue uno de los liberados por la amnistía que el entonces presidente Cámpora
dictó para todos los presos políticos durante la dictadura de Onganía. Luego recuperada la libertad se fue a vivir con su familia
a Córdoba. Allí fue uno de los acusados de haber apoyado el copamiento de Villa María en 1974. Según testimonió su esposa
"la acusación no era cierta pero no nos atrevimos a hacer la aclaración, después de eso nos fuimos a vivir a Buenos Aires que
es donde ocurre la desaparición de Ignacio". Desaparecido el 25/7/76 a los 27 años.
Meditación
El parpadear de las luces zozobró
en el profundo mar de la noche.
La vida ya no existe, la esperanza
con su profano vuelo está en su nido,
cubierta por la frondosa selva
de los fracasos.
El metálico tañir de una gota
sobre el espejado lago de los sentimientos,
quiebra la frágil copa del silencio.
Inesperadamente, rompe a tocar
la sinfónica de los vientos,
y el grisáceo ballet de la tormenta,
torna brillante la opaca superficie
de la tierra.
uizás después.......un nuevo día.
Autor: Ignacio Luna
Luis Lescano
Docente rosario asesinado junto con el Dr. Felipe Rodríguez Araya el 30/09/1975 en el km. 15 de la autopista a Santa Fe y
encontrados en La Ribera. Su vida fue una permanente lucha por lograr un país mejor y así entregó su vida
1810 ... 25 de mayo ... 1974
Era un día veinticinco...
del mes cinco...
del año número diez...
en el siglo diecinueve.
Estamos en Buenos Aires,
y me parece que llueve.
Ahí andan unos señores
abogados y tenderos
reunidos frente al Cabildo
a' que se vaya Cisneros
Y nosotros... los paisanos,
los hombres de las orillas
teniendo clara conciencia
el asunto discutimos
en los cuerpos de milicias.
Si el virrey y su camándula
no quiere el gobierno dar
saldremos a chuza y lanza
para hacernos respetar.
Habrá paz, si ellos aflojan.
Si no aflojan, habrá guerra.
porque ya no somos zonzos
los paisanos de esta tierra.
La cosa aquí no termina,
la cosa aquí comienza,
nos estamos alistando
teniendo clara conciencia
que la lucha finaliza
sólo con la INDEPENDENCIA.
Autor: Luis Eduardo Lescano - 1974
Luis Fabbri
Luis tenía 30 años. Era empleado público, dirigente sindical y director del diario "Respuesta." Estaba en pareja con Elena
Alfaro, quien estaba embarazada.
Fue secuestrado el 19 de abril de 1977 a las 16hs. de la vía pública en Capital. Fue llevado al C.C.D. "El Vesubio", donde fue
torturado en presencia de Elena y sufrió condiciones inhumanas de detención. El 23 de mayo fue "trasladado" Al día siguiente
aparece como muerto en un enfrentamiento en Monte Grande.
Llamado de adentro
Llamado de adentro,
grito de charco,
un montón de dolores ancestrales
que te estallan más allá de la garganta.
Llamado de solo,
grito de espanto,
un montón de antiguos rencores
que te provocan más acá de la injusticia.
Llamado de buscar,
grito de querer,
un montón de manos que dibujan direcciones
que te llevan más adentro de los todos.
Llamado de señal,
grito de poder,
n montón de pechos que se juntan
que te aprietan más o menos al centro del clamor.
Llamado de lucha,
grito de guerra,
un montón de fusiles que se encrespan
que te llevan de golpe a la revuelta.
Autor Luis Fabbri. Agosto de 1972
Marcelo Gelman
Marcelo tenía 20 años. Había estudiado en el Colegio Nacional de Buenos Aires en la Facultad de Filosofía y Letras de la
Universidad de Buenos Aires. Era poeta y periodista independiente, como su padre el famoso poeta Juan Gelman. Marcelo
siempre había estado interesado en la lucha por la justicia, y había militado en distintos movimientos, pero ninguno lo había
convencido y al momento de su desaparición María Claudia tenía 19 años. Se habían casao en julio del ‘76 y María Claudia
tenía 7 meses de embarazo.
María Claudia fue trasladada a Montevideo clandestinamente a mediados de octubre de 1976 en un vuelo piloteado por el
actual comandante en jefe de la Fuerza Aérea, brigadier José Pedro Malaquín. Fue recluida junto a otros uruguayos en la sede
del Servicio de Información y Defensa del Ejército. Al momento del parto, fue llevada al Hospital Militar de las Fuerzas
Armadas, donde dio a luz una niña. La pudo amamantar por unos días y luego se la sacaron. A María Claudia la llevaron en un
centro clandestino del Ejército conocido como Valparaíso. De allí el capitán Ricardo Medina Blanco la retiró para matarla. La
niña quedó en manos del coronel Jorge Silveira y del capitán de la policía Ricardo Medina. La entregaron en enero de 1977 al
comisario(ya fallecido) que la anotó como hija propia y la crió.
Luego de una intensa búsqueda en Argentina y Uruguay, y presiones políticas al gobierno uruguayo, el gobierno uruguayo dio
detalles de la identidad de la niña. Se hicieron los análisis de ADN y se confirmó su identidad a mediados del año 2000. La
muchacha, María Macarena, se pudo entonces reencontrar con su familia nativa.
Despedida
Me despido de este país.
Me despido de mis amigos,
de mis enemigos.
Amigos.
Sólo quiero recordarles
que no dejen de ser
mis amigos.
Sólo quiero recordarles
que no me olviden
a la marcha del tiempo,
a la marcha del tren
en que me vaya
que borran las huellas de la
amistad lejana.
Autor:Marcelo Gelman